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El interés del autor es que el mensaje de Duarte llegue con facilidad a todos los rincones del mundo.  Por esa razón hemos escrito el libro "Quisqueya, un país en el mundo".

El libro puede ser adquirido en el internet por su nombre.  En este sitio puede bajar una versión en "pdf".  Cientos de artículos sobre el tema han sido publicados por el autor en diferentes medios, charlas y conferencias, después de haber sido prohibido en la Feria del Libro de Santo Domingo en el año 2012...

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Cosme Ezequiel Pérez Guillén
Autor
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EL LEGADO DEL PADRE DE LA PATRIA

FUNDACION QUISQUEYA
NOTA DE PRENSA
11 de abril, 2015

LA FUNDACION QUISQUEYA tiene como principal propósito el que se añada el nombre de la patria, por consiguiente el nombre de la nación, Quisqueya, al título de República Dominicana en la Constitución Nacional, por considerar justo e inaplazable este legado del Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte.

-“Quisqueyanos sonó ya la hora,…”, es como empieza el mensaje de Duarte en 1861, para dar a la nación que él mismo denominara república dominicana, una identidad nacional propia y gentilicio nacional a su pueblo.

Debido a que la palabra “Quisqueya” ha sido cuestionada por intelectuales e historiadores, se le hizo caso omiso a Duarte y se guardó su mensaje como pieza de museo con el título de “poema de guerra”.  Este “Mensaje Quisqueyano de Duarte” sirvió de base y es la raíz de nuestro glorioso Himno Nacional.

Durante el “Año de la Patria” decretado por el Presidente Danilo Medina, realizamos una serie de presentaciones para demostrar al pueblo y al mundo que nuestra identidad nacional es la quisqueyana; que nuestra identidad regional, isleña, dominicana, es derivada del nombre de la Isla de Santo Domingo, opuesta a cualquier otra denominación, sea la haitiana (Isla de Haití) o hispana (Isla de Hispaniola); y que somos los dominicanos más orgullosos del mundo, pero no los únicos dominicanos del mundo.

Con el título de “Antídoto a la Feria del Libro” se dictaron charlas en clubes y escuelas privadas para exponer el libro “prohibido” en la Feria del Libro en el 2012, “Quisqueya, un país en el mundo”. Las instituciones oficiales y las autónomas que reciben fondos del “Proyecto Dominicana es la Patria” y los políticos que pudimos contactar, como a Duarte, no les interesó nuestra teoría, no era “del momento” coyuntural.


Cosme Ezequiel Pérez Guillén
Miembro de la Fundación Quisqueya
cosmeeperez@gmail.com
http://www.quisqueya.name
Autor del libro “Quisqueya, un país en el mundo”
http://www.cosmeeperez.com



EL LIBRO PROHIBIDO

En la Feria Internacional del Libro en Santo Domingo del 2012 se canceló la presentación de nuestro libro “Quisqueya, un país en el mundo”; y, aunque la razón baladí nos la dieron verbalmente, la realidad es que la eliminación se debió a un acuerdo entre el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Educación, que el mismo día de la presentación salió publicado en los diarios del país, en el que no se permitiría la diseminación de otra identidad nacional que no fuera la “dominicana”. 
 
Nuestro libro plantea que la identidad nacional debe ser la quisqueyana; y eso contradice todos los textos que se refieren a la identidad de la nación y del pueblo.  Aunque el libro no contradice a la Constitución Nacional, critica el hecho de que la verdadera identidad nacional no se le haya añadido a la misma.  Nuestra (Así mismo, nuestra, porque pueden haber más) república, gracias a Duarte se d e n o m i n a (no debe llamarse) “República Dominicana”, como bien lo especifica el Juramento Trinitario. 
 
La historia de la isla no está bien escrita y el libro aclara confusiones tales como el nombre oficial (legal) de la isla y que debe ser aceptado por todas las naciones del mundo y por las instituciones nacionales e internacionales, incluyendo a la República de Haití (que tiene la opción de utilizar la misma denominación que nosotros).  

El nombre oficial de la isla es “Isla de Santo Domingo”...  Para que nuestro pueblo pueda seguir, con orgullo, mostrando su “dominicanidad” como identidad regional (isleña), que fue la intención de Duarte.  
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DIA DE LA PATRIA

"Ano Nuevo"
“Manifiesto de independencia" (1844)
“Día de la Altagracia”
“Natalicio de Duarte" (1813)
“Día del Amor y la Amistad” (269)
“Independencia Rep. Dom." (1844)
“Batalla de Azua” *1844)
“Batalla de Santiago” (1844)
“Día del Inocente” (1582?)
“Guerra Constitucionalista” (1965)
“Día del Trabajador”
“Día de las Madres”
“Día de la Libertad”
“Día de la Bandera Nacional”
“Retirada de los españoles" (1865)
"JURAMENTO TRINITARIO" (1838)
"Dia de Las Mercedes"
“Día de la Restauración, 1863”
“Descubrimiento de América”
“Día de la Constitución”
"Batalla de Palo Hincado" (1808)
“Colón llega a la Isla en 1492”
“Natalicio del Sr. Jesús", (Año -1?)

1 enero
6 enero
21 enero
26 enero
14 febrero
27 febrero
19 marzo
30 marzo
1 abril 
24 abril
1 mayo
1er domingo
30 mayo 
14 junio 
11 julio
16 julio
16 julio
16 agosto
12 octubre
6 noviembre
7 noviembre
5 diciembre
25 diciembre


Republica Dominicana de Quisqueya
2018
DIOS - PATRIA – LIBERTAD
“REPÚBLICA DOMINICANA DE QUISQUEYA”


     “Dios, Patria y Libertad”, fue el slogan escogido por Juan Pablo Duarte como el sustituto de la identidad nacional, mientras tanto se buscara el nombre propio para la nación.

     El lema está estampado en la cinta sobre la parte superior del Escudo Nacional.  En la base del escudo de armas, la cinta que reza “REPÚBLICA DOMINICANA”, para señalar que nuestra nación tendrá por siempre la denominación que nos identifica con la “ISLA DE SANTO DOMINGO”, que nos define dominicanos. 

     En el juramento que hicieron los miembros fundadores y, lo más seguro, cada nuevo miembro posterior a la fundación de “La Trinitaria”, están sentadas las bases de la nación. Los conceptos que siguen, describen punto por punto el “Juramento Trinitario” (según fuera facilitado por uno de los fundadores de “La Trinitaria”, el maestro José Serra, en 1897).

EL CONCEPTO DE PATRIOTISMO

     “En nombre de la Santísima, Augustísima e Indivisible Trinidad de Dios Omnipotente, juro y prometo, por mi honor y mi conciencia, en manos de nuestro presidente Juan Pablo Duarte, cooperar con mi persona, vida y bienes habidos y por haber,…”

     El concepto de patriotismo es precisamente el que una persona esté dispuesta a sacrificar su persona, que quiere decir su tiempo, su nombre y su oficio a la orden de una causa; su vida, que significa el arriesgarla, siendo ésta el más alto precio por la causa; y, bienes habidos y por haber, no escatimando propiedades o fortuna, como una declaración de bienes a disposición de la causa.

     Cuando los objetivos de una causa se logran, el concepto de patriotismo pasa a la retaguardia. El triunfo de la causa se plasma entonces en una Constitución Nacional. Los que se encargan de proteger ese triunfo son los representantes del pueblo, especialmente el Presidente de la nación, que hace un juramento al efecto. Esta vez no va a “cooperar” con su persona; más bien va a ser remunerado por su tiempo, su nombre llevará la más alta investidura de la nación; su vida estará bien protegida; y, si hace una declaración de bienes, en lugar de sacrificarla, saldrá con mucho más. 

     Ese comportamiento es normal y si lo hace con prudencia, a sabiendas que todo lo que tiene a disposición es del pueblo, el patriotismo permanecerá inactivo. En cambio, si no se cumple con la misión de resguardar el triunfo de la causa, entonces el pueblo se hace cargo de recobrar el concepto de patriotismo inscrito en ese Juramento Trinitario.


EL CONCEPTO DE IDENTIDAD NACIONAL

     Un pueblo y una persona física o jurídica, pueden tener muchas denominaciones con las cuales se identifican. La identidad puede derivarse del apellido familiar, del lugar de nacimiento, del nombre de la nación y, en general, de las demarcaciones geográficas que se proyectan hasta hacerlos parte del mundo y de la humanidad global.

     “El tigre de villa”, decíamos en forma jocosa a un morador de Villa Juana, Villa Consuelo o Villa Francisca. Otras identidades son los motes o apodos que se les dan a personas, denigrantes o cariñosas.
 
     Desde el punto de vista cívico, las personas adquieren derechos ciudadanos de un país ya sea por nacimiento o por otorgamiento (especialmente si es extranjero o nació en el extranjero) 

     Vamos ahora a descifrar las identidades contenidas en el texto del Juramento Trinitario.

LA IDENTIDAD ISLEÑA Y CIUDADANÍA HAITIANA

“…a la separación definitiva del Gobierno Haitiano,…”

     Después de la “invitación” que se le hiciera al Presidente de Haití, Jean-Pierre Boyer, de parte del gobierno efímero presidido por el Licenciado José Núñez de Cáceres con un pliego de mil firmas para que el gobierno haitiano sirviera de protector de la nueva República de Haití-Español, los habitantes de la parte oriental de la isla adquirieron así la ciudadanía haitiana, salvo los que optaron por mantener la nacionalidad española, porque habían nacido en España o habían adquirido la ciudadanía española como dominicanos nacidos en la Isla de Santo Domingo. 

     El 16 de julio de 1838 se fundó la Sociedad Secreta “La Trinitaria”, cuyo primer propósito era el de separar las dos naciones, o sea, separarse definitivamente del Gobierno Haitiano y deshacerse de la identidad nacional haitiana, de ser ciudadanos haitianos. La “separación del gobierno haitiano”.  

     La designación de “República de Haití-Español”, sin embargo, no se había derogado y la identidad haitiana, aunque con la identidad española por el idioma que se hablaba y aunque separada del gobierno haitiano, no dejaría de ser la identidad nacional “¡¿haitiana-española?!”. 

     En otras palabras, la república seguía siendo una república haitiana y era lógico, porque al nombrarla, de manera tácita. se confirmaba que el nombre de la isla era “Isla de Haití”. Es por esa razón que el Juramento busca la eliminación de la identidad haitiana tanto ciudadana como isleña. Es por eso que el texto sigue:

“…y a implantar una república libre, soberana e independiente de toda dominación extranjera, que se denominará república dominicana,*…” 

     El cambio que se nota en esa cita es el más importante que contiene el Juramento Trinitario. La denominación de la república elimina la identidad haitiana de la isla y restituye su nombre oficial de “Isla de Santo Domingo”, de donde se deriva la denominación dominicana. 

     Se refiere a una república libre, que quiere decir sola sin ataduras; soberana, que ella hace sus propias decisiones; e independiente de toda dominación extranjera, que no permitirá jamás ser dominada por reinado, nación, gobierno, entidad o persona extranjera.
 
     Aquí se trata de que el pueblo y el gobierno tengan una identidad propia, una patria nueva en el territorio que le correspondía desde que se separó de Francia en 1809 y de España en 1821. 

     Se trata de un territorio dominicano (en la Isla de Santo Domingo) y no un territorio haitiano (en la Isla de Haití); ni mucho menos un territorio español en la Isla de La Española o “Hispaniola”.

    Somos dominicanos porque nunca fue legitimado el bautizarla “La Española” por la corona y el rey Fernando de Aragón, en el año 1506, le puso “Cédula Real” el nombre de “Isla de Santo Domingo” y que fuera la razón por la cual, en el año 1621, el rey Felipe IV de España diera la identidad “dominicana” a los nativos de la isla.

*Nótese, que hemos escrito la denominación “república dominicana” en minúscula; sin embargo, en muchos textos aparece en mayúscula. Por error, equivocación o intencionalmente se insertó “República Dominicana”, con el propósito de utilizar esta denominación como nombre propio de país en la Constitución en ausencia de Juan Pablo Duarte (a quién el gobierno que la elaboró había declarado “traidor a la patria” ¿España, quizás?).

     El anti haitianismo de Duarte era basado en las identidades; el anti-haitianismo del Presidente Pedro Santana y sus adláteres era no solo racial, xenofóbico, sino también inspirado para destruir el principio de independencia que proclamaba el Juramento Trinitario, en contubernio con potencias extranjeras (España, Francia, Holanda, Inglaterra, Estados Unidos de América, etc.).  La patria de Santana era España y lo probó con la “Anexión” en 1861.

El Juramento sigue:

“…la cual tendrá su pabellón tricolor, en cuartos encarnados y azules, atravesados por una cruz blanca…” 
     Su propia bandera nacional por primera vez en la historia, descrita de cómo va a lucir.  La idea de alternar los cuartones vino después; pues, se utilizó la bandera haitiana, que abundaba, y se le bordó la cruz blanca durante la declaración de la independencia. El significado era que no se utilizaría bandera extranjera alguna, sino, por primera vez, una propia. El diseño de la bandera actual se describe en la Constitución Nacional vigente y lleva en el centro el escudo de armas, que es el objeto principal en que se basa este escrito.

“…Mientras tanto, seremos reconocidos los Trinitarios con las palabras sacramentales: Dios, Patria y Libertad…”

     En esa oración del Juramento Trinitario, “Mientras tanto,” significa que estaba pendiente el nombre propio qué ponerle a la “república dominicana” y por ende, el gentilicio, la identidad nacional, que iba a tener la nación y su pueblo. 

     Al no tener escogido ese nombre propio en 1838, los que hacen la promesa de cumplir con el plan contenido en el Juramento, los Trinitarios, utilizarán un lema que resuma los valores morales, sociales y políticos que deberán ser las bases de la república y del pueblo: Dios, Patria y Libertad. 

     Semejante a la elaboración de la bandera, al proclamarse la independencia en 1844 se procedió a la elaboración de un escudo de armas y el primero que se conoce parece haber estado inspirado en el escudo de armas de la República de Haití. En el escudo aparece el que es hoy cintillo inferior del mismo que reza “República Dominicana”.

     No fue hasta el 6 de febrero de 1913 que se decretó, constitucionalmente, la inclusión oficial del escudo, en el gobierno de Monseñor Nouel, diseñado por Casimiro de Moya.
 
     En ninguna parte del Juramento Trinitario se menciona que la identidad nacional sería la dominicana. La denominación dominicana existe por fuerza mayor, debido a que nunca se adoptó el nombre propio, que en el Juramento Trinitario ocupaba el lema “Dios, Patria y Libertad”. 

     Fue en el año 1861, que el Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte, sugirió el nombre propio de “Quisqueya”, para darle una identidad nacional al pueblo y a nuestra “república dominicana”.  

Lo hizo, al notar que habían pasado los años y no se había hecho (¡Aún hoy, año 2018, no se ha hecho!).  Los Trinitarios habían cumplido con el juramento mientras la república mantuviera la denominación dominicana y fuera libre, soberana e independiente de toda potencia extranjera.

Esto fue lo que escribió Duarte para ir más allá de la restauración de la independencia:

“Quisqueyanos sonó ya la hora,
de vengar tantos siglos de ultraje;
el que a Dios y a su patria desdora,
que de oprobio y baldón se amortaje

No más cruz que la cruz quisqueyana,
que da honor y placer el llevarla;
 pero al vil que prefiera la hispana,
 que se vaya al sepulcro a ostentarla.”

     Quisqueya es la que iguala, sin sustituir, el lema “Dios, Patria y Libertad”.  Como nombre propio de la nación y de la patria, Quisqueya da identidad nacional al pueblo y a nuestra república dominicana, con su gentilicio quisqueyano. 

     Es hora ya de que esta verdad, basada en la interpretación de los dos documentos fundamentales escritos por el Padre de la Patria y que mantienen firme el patriotismo del pueblo: el Juramento Trinitario y el Mensaje Quisqueyano. 

     Que se le comunique a su dueño, al pueblo quisqueyano, y se inserte en el libro donde se anotan los nacimientos de las naciones, la Constitución Nacional. Así, habremos honrado a los miembros de la Sociedad Secreta “La Trinitaria” que fueron fieles al Juramento y a Juan Pablo Duarte Diez.  Así nos honraremos nosotros mismos y nuestras próximas generaciones.

     Seguiremos siendo los dominicanos más orgullosos del mundo, mientras el nombre de la isla continúe siendo “Isla de Santo Domingo”, motivo principal de la lucha de los Trinitarios y garantía de que nuestra república lleve la denominación dominicana. Por eso seguiremos llamándola, oficialmente, REPÚBLICA DOMINICANA DE QUISQUEYA.

¡DIOS, PATRIA Y LIBERTAD!
¡QUE VIVA LA REPÚBLICA DOMINICANA DE QUISQUEYA!

-Cosme Ezequiel Pérez
cosmeeperez@gmail.com
www.quisqueya.name 
5 de diciembre, 2015, 
DXXIII Aniversario del descubrimiento de la Isla de Santo Domingo
Revisada hoy, 5 de diciembre del año 2018
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